Le dice Pepe a manolo:
- Tu gato ha muerto.
- ¡Pero hombre Pepe! Eso no se hace así. No se dan las malas noticias de golpe. Dime: Manolo, hoy pasaba por delante de tu casa y he visto que tu gato se escapaba por la ventana, se subía a un árbol y no era capaz de bajar a pesar de que un vecino intentaba ayudarle a bajar. Como no podía, llamó a los bomberos y cuando, después de mucho trabajo consiguieron acercarse a el, tu gato se asustó y saltó para salir huyendo y aunque la caida era alta no le pasó nada, pero se quedo un poco desorientado y salió corriendo en la dirección equivocada y se tiró en medio de la carretera, con tan mala fortuna que en ese momento pasaba el camión del supermercado cargado y, a pesar, del volantazo que dio el conductor intentando esquivar a tu gato, no tuvo tiempo material de reaccionar y le fue imposible evitar atropellarlo, lo siento mucho.
- Vaya, perdona.
A la semana siguiente.
- Manolo, tu mujer se ha subido a un árbol
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